9 de marzo de 2011

turismo convencional compra el turismo alternativo

Aunque a primera vista, suene un poco inaudito la noticia de la creación de una empresa entre el gran operador alemán TUI e Intrepid Travel, un grupo de turoperadores de turismo de aventura, que esperan conseguir casi 12 millones de euros, anuales, durante los 3 primeros años.

Es más que evidente, que si una empresa como TUI, se interesa por la aventura, no es precisamente, por aventurarse y probar, sino porque tiene datos y predicciones, que le auguran, esa cifra de negocios.
la demanda turística y en especial de los mercados maduros, es muy dinámica y heterogénea y cada vez, rompe los clichés establecidos, como la de los turistas convencionales, que muchos todavía, piensan que se conforman con los clásicos paquetes turísticos, de sol y playa.

Esta tendencia, nos alerta, de que es fácil, pensar en más cambios, en el comportamiento de la demanda y por tanto, que muchos destinos turísticos convencionales, ya deben estar pensando en cómo incorporar nuevas ofertas para sus visitantes actúales y potenciales, especialmente si trabajan con operadores como TUI.

¿Pero y que pasa con el turismo rural o el ecoturismo?

El juego de escenarios, siempre es útil, pero el problema es el desconocimiento de las probabilidades para que ocurra una u otra hipótesis y más cuando hay demasiadas variables, tan cambiantes.
Lo que parece o aparenta, es que es más fácil y mas negocio, incorporar la aventura que lo rural, a la oferta turística convencional. Al menos por ahora. ¿Mañana, no lo sé?

Es un hecho, que ya habido iniciativas de implantar núcleos de turismo rural, pensado para una demanda de turismo convencional, como en España (eso si, cambiando la denominación y especialmente la estética) y ha habido proyectos denominados ecoturísticos, que también llevaban esa tendencia “mega”, como en Suramérica.

Porque tengan en cuenta, que la atomización de los negocios turísticos rurales, unido a la ausencia de destinos, dificulta mucho mas su competitividad, versus el turismo de sol y playa, por ejemplo.

Sería interesante pensar en la sinergia entre destinos convencionales y ofertas turísticas, localizadas en las áreas rurales, tanto en el hinterland de esos destinos, como en un posible radio de 100 km, ya sea como animación turística o incluso incorporando alojamientos rurales.

En el tema de naturaleza, como elemento de la animación turística (no hotelera, sino territorial) es un hecho, que de alguna forma, como en la aventura, ya sea ha comenzado, incorporándola y adaptándola a las expectativas de la demanda.

Pero acuérdense que ésta cambia y cada vez, sus expectativas serán más exigentes, en especial en la calidad de la oferta y el servicio, tema que todavía no está ocurriendo, pero sin duda estos nuevos consumidores, lo pedirán.

Como ven, aunque el medio rural se mueve lentamente, el turismo corre mucho, aunque viva en ese espacio rural.

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